... en la escalera de la vida ...

me voy... el año que viene a bruselas, con mi amiga paz... a aprender francés y a ver si consigo matricularme allí de educación social cuando domine el idioma... me iré este verano a sudamérica a pasar el mes de mi vida... viviré en una casa linda, en la que entre el sol todo el día, rodeada de verde y de silencios... tendrá alguna zona urbana cerca para que no me olvide de donde vengo, para cuando quiera escuchar ruidos poder salvarme del infierno allí... me dedicaré a la madera, siempre me ha gustado y no sé porqué carajos me dejé llevar por la vida occidental, quizá porque soy más occidental que nadie... y ya no volveré...

me quedo... porque en casa estoy a gusto, porque quiero centrarme, porque no quiero... porque quiero subir y bajar; o porque no quiero... porque la linealidad me atormenta pero me calma, porque la espiralidad me atormenta pero me calma también... porque me encanta esta ciudad, porque sus tardes a comienzos de primavera son orgásmicas... porque quiero seguir conociendo... me quedo porque quiero irme, y para irme tengo que quedarme y viceversa... y ya no me iré nunca...

cuando tienes una noche de insomnio como las mías te da tiempo a pensar y dialogar tanto... la dialéctica termina volviéndote tan loca que al final no llegas a nada, te levantas soliviantada... con sudores que no huelen a nada, con arrugas en la piel, de esas sábanas que han visto pasar las horas a tu lado... que te han visto no cerrar los ojos, que no han oido tu respiración durmiente, que no han grabado tus sueños esta noche... porque esta noche no has tenido sueños, o quizá si, has tenido sueños despierta, cercanos a la locura... pero... que haría sin la locura? es la que me mantiene de pie...

julia insomne encore...