31 mayo 2008

... despistes ...

esto era una vez una niña paseante y pensante que andaba despistada por la vida... enamorada de su propio despiste, desde hacía años, y digo enamorada porque su despiste le hacía de vez en cuando llevarse sorpresas que las personas no despistadas no se llevaban... como era despistada lo perdía todo... perdía sus lápices, perdía sus canicas, perdía sus pendientes, perdía las piedras que cogía y guardaba cuando iba a la playa, perdía las llaves de su casa y de sus no casas... perdía la memoria... estaba todo el día perdiendo y olvidándoselo todo por ahí... a veces también perdía la voz... fue creciendo... perdía su mochila... perdía direcciones que le iban a hacer falta... perdía números de teléfono... seguía creciendo... pero esas pérdidas eran provocadas por sus despistes, así que, cuando por suerte o azar volvía a encontrarlas se llevaba unas sorpresas estupendas... así anduvo toda la vida y llegó a la siguiente conclusión... cuando pierdes ciertas cosas y las encuentras por azar la sorpresa de encontrarlas es mucho más gratificante, es mucho más real... - ... y no tengo ni idea de porqué os he contado todo esto ... - besos

1 comentario:

amme dijo...

comparto mi verso con vos..besazossss!!!!!

Vamos a ser felices un rato, vida mía,
aunque no haya motivos para serlo, y el mundo
sea un globo de gas letal, y nuestra historia
una cutre película de brujas y vampiros.
Felices porque sí, para que luego graben
en nuestra sepultura la siguiente leyenda:
"Aquí yacen los huesos de una mujer y un hombre
que, no se sabe cómo, lograron ser felices
diez minutos seguidos".

L.A.D.C