12 junio 2008

... harta de crisis y quejas gratuitas ...

Estoy harta de escuchar quejas callejeras… estoy harta de escuchar quejas gratuitas… estoy harta de hablar con las personas-quejas, que se quejan sin ni siquiera saber de qué se están quejando… cuando uno o una se queja hay que saber a quién quejarse y cómo quejarse, para no pagarla con quien no tiene la culpa, para buscar a los responsables de los problemas y pedirles explicaciones… y hay que saber cómo hacerlo… no vale que la gente la pague con el revisor de un tren por el mal servicio de RENFE, porque el revisor es un currela que está ahí pa ganar un sueldo (que seguro que no es digno), y si alguien tiene quejas por ese servicio precario que a veces ofrece RENFE (una empresa privada), entiendo que en un arranque le peguen tres gritos al revisor, pero no entiendo porqué cuando se bajan del tren no se van a la ventanilla y ponen una hoja de quejas y reclamaciones a la empresa… claro, eso es perder el tiempo, ese tiempo del que cada vez podemos disponer menos, porque cada vez nuestros horarios de trabajo son más extensos; y encima ahora la jornada de 65 horas se abre camino en Europa, ¿pero esto que és?... si hacen falta 65 horas de trabajo, que se creen más puestos de trabajo (de 32’5 horas semanales, por ejemplo); que para que ganen más las empresas, somos los de siempre los que tenemos que jodernos.

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Por favor, vamos para adelante, no involucionemos; hay algunas decisiones políticas que mirándolas humanamente dan vergüenza… ¿cuándo se darán cuenta los empresarios de este país de que no son propietarios de los trabajadores y trabajadoras de sus empresas? ¿Qué no por estar más horas en el puesto de trabajo se produce más? ¿cuándo se darán cuenta de que el trabajo por objetivos es mucho más llevadero y más óptimo tanto para la clase trabajadora como para la propia patronal? Pero claro, eso sería pensar a largo plazo, y aquí el empresariado lo que quiere es ganar mucho en poco tiempo… llenarse los bolsillos de plusvalías, gastarse cada vez menos en materiales, en infraestructuras, en prevención de riesgos laborales, para así poder irse cada vez a complejos turísticos más caros de vacaciones, para gastarse cada vez más dinero en cosas en las que jamás van a encontrar la felicidad…
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como decía Luis del Vall el otro día en la cadena SER con respecto a la nueva revista que se ha sacado para millonarios… como si no tuvieran ya recursos los millonarios para saber en qué gastar el dinero… y mientras, la clase trabajadora va cayendo cada vez más en las redes del capitalismo, o neoliberalismo, como ahora se llama, que queda mejor… no queremos socialismo, ni comunismo, nos han convencido que este sistema económico es el mejor, y mientras las cosas van bien nadie se queja, y los beneficios son pa uno, y todo está bien; y lo que no puede ser es que ahora lleguen correos de convocatorias de huelga general anónimos por la subida del precio de la electricidad cuando esa huelga debería haberse planteado cuando la electricidad en este país, que antes era pública, se privatizó, pero no, en ese momento no se hizo, y ahora se pretende que una empresa privada no suba sus precios, anda ya… ahora, cuando las cosas van mal y aparecen las crisis, reclamamos a papá estado para que las pérdidas se socialicen… señoras y señores, hay que saber qué mundo estamos pisando, y hay que sentirse responsable de muchas de las cosas que pasan a diario, no podemos seguir echándole la culpa de todo a los partidos políticos, a los sindicatos, ni al sistema (que no es algo abstracto como nos intentan hacer creer)…
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hay que informarse para conocer los entresijos de este sistema… para poder arreglar o cambiar lo que no nos gusta hay que saber cómo funcionan los engranajes de este sistema… y como los de siempre ya se encargan de anestesiarnos y volvernos analfabetos sistémicos, pues nos convencen de que no podemos entender la política, ni la economía, ni las relaciones laborales de gran altura… y todo esto es mucho más fácil de entender de lo que la masa se piensa… basta ya de quejarnos por las quejas que le oímos a los demás… basta ya de quejarnos por rumores que escuchamos… vamos a informarnos, vamos a buscar soluciones reales a este sistema que nos está comiendo…
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nos tienen convencidos para que nos hipotequemos, para que pidamos préstamos, para tener una casa en propiedad, para tener un coche, para casarnos, para tener hijos, porque en eso consiste la normalización social, y queremos sentirnos aceptados, porque si no nos mirarán por la calle, porque si no estaremos señalados… nos han convencido que debemos estar normalizados, que no es bueno sobresalir ni por encima ni por debajo, y nos obligan así a vivir por encima de nuestras posibilidades, y eso a su vez hacer que tengamos que trabajar con la cabeza agachada porque de nuestros sueldos indignos y precarios depende nuestra familia, depende nuestra vivienda, depende llenar nuestro frigorífico… porque tenemos que rendir cuentas al banco a final de mes, y que el banco no tiene en cuenta si somos o no buenas personas, si tenemos sentimientos o no, si tenemos a alguien a nuestro cargo o no… al banco lo único que le importa es lo que le ha importado siempre al capital, llenar sus arcas con el dinero de los que más lo necesitan… con el dinero de los que siempre hemos perdido las batallas sociales…
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y es terrible pensar la cantidad de seres humanos que a lo largo de la historia han perdido sus vidas para defender libertades y derechos que ahora, en el mundo moderno y globalizado, nos están arrebatando con constituciones europeas, directivas volkestein, reformas laborales, aumentos de las horas semanales de trabajo… así que, sólo me queda decir que los malos siguen siendo los malos, pero que la masa, la clase trabajadora, los ciudadanos y ciudadanas del primer mundo debemos asumir nuestra responsabilidad, nuestra falta de participación democrática, nuestra falta de compromiso…
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es hora de que los buenos y las buenas volvamos a unirnos, es hora de que volvamos a sentir que la fuerza la tenemos nosotros y nosotras en nuestras manos; y es jodido, y es difícil, porque la recompensa puede ser tan sólo un grano de arena, pero aunque tan sólo sea por devolverle la dignidad a los que murieron en tantas luchas desde que el ser humano existe, aunque sea por que no puedan decir que el capitalismo pudo con una generación, por nuestra dignidad también… vamos a abrir los ojos y vamos a cambiar esta situación… los nuevos movimientos sociales tienen que unirse ante la unión del lado oscuro, que si no nos seguirán ganando partidas hasta que nos den jaque-mate… le dije una vez a un amigo que mientras el sistema necesite mano de obra para seguir enriqueciéndose seguiremos vivos, el día que no les interesemos, nos dejarán morir… pero no pierdo la esperanza… ¿o si?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hola!
Acabé aquí pues leí el comentario en el foro de JJM. Me gusta lo que se desprende de esta entrada, es decir, cómo eres: solidaria. Ahora, lo veo poco real. Y voy a tratar de quejarme para que me prestes la atención que prestas a los quejicas, quejicosos y demás. ;)

Estoy harto de los y las (aún son menos) sinvergüenzas que, sin ser empresarios, llegan a las jefaturas sin dar palo al agua. Harto de los vagos y las pelotas que nunca se enfrentan a los que se perpetúan en situaciones ventajosas sin tener lo que hay que tener independientemente del curro: marcar la diferencia.

No quiero quejarme, de momento, de cuáles son las pautas para analizar qué es valorado como marcar la diferencia. De momento.

Harto de chaqueteros, corchos que siempre flotan, mentes perversas, manipuladoras, cagones y cagonas que disparan primero y preguntan después. Harto de este país, no es cuestión europea, en el que la envidia es el leit motiv a pesar de que esos que envidian se lleven los réditos y sigan y persigan a los envidiados, parias, miserables, la auténtica escoria del mundo con dignidad.

Harto de las cotillas y cotillos que son más maitineros que de maitines. De los intrigantes, el pasilleo, las sociedades y grupúsculos fáciles. De los trepas, los veletas, los que apelan a lo fácil y rápido. De los que a penas tienen escrúpulos. De los cínicos, de las indecentes (que señalan con el dedo a la que envidian tras no ser aceptadas por ellas), de los monigotes, de las voces en falsete tratando de despertar determinados sentimientos sin tenerlos con otros en situaciones más desfavorecidas.

Hasta los cojones (uy, sí que me quejo hoy) del fascismo, el nazismo. De la ostentación consciente, del insulto a los que pretenden culturizarse, conocer más allá del barrio - linchamiento basado en la envidia y la frustración por ni siquiera ser capaces de tomar sendero semejante-, harto, harto y hartito.

Ahora; bendigo a las madres que dan fe de errores en la vida. Bendigo a los humildes que se levantan casi siempre con el nutritivo instinto de superación. A las trabajadoras y trabajadores. Re pito: TRABAJADORAS y TRABAJADORES.

Aunque por otro lado, estoy hasta los huevos de pensar así.

Un saludo y gracias por este espacio

navarro beloqui dijo...

Qué barbaridad. Parece una amenaza.