... y sabemos lo que pasa a nuestro alrededor ... sabemos las injusticias que se cometen ... somos conocedores del sufrimiento mundial ... del sufrimiento de los mismos ... y como si viéramos llover ... cae la lluvia, y esperamos a que seque, y parece que no ha llovido ... pero cuando la injusticia cae, mancha ... la injusticia no es como el agua de lluvia, inodora, incolora e insípida ... tiene olor a tortura, a sangre, a sudor ... tiene el color del miedo, de la tierra arrebatada, es de un gris que asusta ... y sabe, sabe amarga, sabe a veneno embotellado por grandes multinacionales ... la injusticia huele, sabe y se ve; y los mundanos seguimos haciendo como que no vemos nada, nuestro olfato tampoco nos alerta, y nuestro paladar está entretenido mientras bebemos y comemos a nuestro antojo ... que pereza da organizarse, y comprometerse para cambiar esto ... el sábado un grupo de mentes lúcidas, latinas en su mayoría, planteamos al menos un par de maneras de arreglar este entuerto que llamamos mundo ... y era ilusionante escuchar como todos hablábamos de lo que tendríamos que hacer, y oir como el eco una voz peruana que decía -"no tendríamos que hacer, TENEMOS QUE HACER"- y que razón lleva ...
TENEMOS QUE HACER ALGO Y LO TENEMOS QUE HACER YA, ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE ...
Salud!!!
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