12 diciembre 2008

... julio cortázar ...


... plaza julio cortázar, Buenos Aires ... estaba encantada de estar tomando una cerveza en esa plaza con ese nombre ... era como sentir que estabas en un punto clave, en una plaza donde te inspirabas más que en otras ... era como en vez de julia ser julio, era como si estuviera en una dimensión literaria, poética, era como si me hubiera salido de mi ser, y hubiera empezado a flotar por los aires, por los buenos aires ... en ese momento me hubiera puesto a escribir los decálogos infinitos que dan las claves para poder vivir en armonía, para poder vivir en paz, para poder vivir a secas ... me sentí bien en sudamérica, me hicieron sentir muy bien los de allí, te hacen sentir en casa, te hacen que no extrañes, y me gustaron sus colores, sus formas, sus arquitecturas, sus calles, sus olores ... me gustan ... me gusta ...


... ayer vi una peli, las invasiones bárbaras ... una barbaridad que trata la muerte con la naturalidad que tiene, que nos viene a todos y que esa si que nos hace relativizar y dar importancia a lo que realmente la tiene ... un grupo de amigos se vuelven a reunir después de un tiempo porque uno de ellos tiene los días contados ... no es una película que te haga feliz, pero al menos, te esperanza ...


... pasad un finde bonico, productivo, apasionante, libre y reparador [no sé si se puede todo a la vez] ... besos y más besos ... que hoy tengo amor para repartir ...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Julia, tus palabras, cada vez más, apuntan maneras. ¿Qué está sucediendo?, me encanta verte así, mi poeta, ¡qué lindo escribes mija!
Supongo que será en parte Cortázar, y sí, parece que hoy estás un poco Julio, aunque siempre lo has sido, un poco cronopio, un poco reloj de alcaucil...
Las Invasiones Bárbaras yo las vi en Burdeos, en mi lindo Burdeos, hace ya casi cuatro años, si no me equivoco la peli es quebequesa y tiene una segunda parte también muy interesante, aunque con menos encanto, para mi gusto que la primera, ya que la relación de los personajes queda como cosificada y se limita a una serie de conversaciones entre intelectuales, y aquí, ahora casi que me dan ganas de utilizar ese famoso neologismo de nuestro amigo Tomás y decir intelectualoides...

No sabes las ganas que tengo de veros este finde. Y sí, los sudamericanos a mí también me provocan estas ganas de vivir, esta luz...en las jornadas de Lieja interpretamos para tres, un uruguaYo, un ecuatoriano y un joven economista colombiano de la edad de mi hermano, de hecho, por un momento pensé que tenía un hermano colombiano, se parecían extrañamente, misteriosamente...

Hasta mañana Rubinski y enhorabuena por este espacio poético.
Z