... calaveras y diablitos ...

... universos de tierra y agua
me alejan de vos
las tumbas son para los muertos
las flores para sentirse bien
la vida es para gozarla
la vida es para vivirla mejor ...
[los fabulosos cadillacs]

estaba sentada en el sofá, recién terminada de limpiar la casa, hacía un lunes de vacaciones que daría envidia a cualquiera que no pudiera estar en esa ciudad aquel día, y salir a dar un paseo era casi obligatorio... se dió una ducha con agua fría, el butano se terminó hace unos días, pero ya apetecía refrescar el cuerpo sudoroso de los calores de abril... la calle, plagada de autóctonos y turistas, deseando encontrarse calles llenas de cirios y varales... los adoquines tenían una capa de cera por encima que les hacía tener un aspecto de piedra volcánica derritiéndose, y el ruído del caucho de las ruedas de coches, motos y bicis sería la banda sonora callejera de los próximos meses... ella estaba feliz, porque era consciente de que todas las miradas de esa mañana, en pocos meses estarían reflejadas en otros ojos, y eso, aún hacíendola suspirar por las nostalgia, le daba fuerzas para comportarse tal y cómo ordenaba el clima, los generales eran las flores de azahar y esos eran los que daban las órdenes por las calles estrechas de esta ciudad que tiene perfume propio... es una buena ciudad para vivir, pero nunca será la ciudad permanente, como ninguna otra... el nomadismo está en nuestros cuerpos, y aunque habrá ciudades para recalar con más facilidad que otras, siempre tendremos la eterna huída en nuestra retina, pensó ella, mientras terminaba de prepararse para salir...