07 septiembre 2009

... ¿cómo era ese verbo? ah, si, procrastinar ...

No se debe achacar a la juventud, pasotismo o desgana a la hora de la lucha histórica del débil contra el fuerte; pienso que la juventud de hoy está siendo más consciente que otras generaciones, que estamos viendo en primera línea como el monstruo capitalista se ha convertido en algo mucho más monstruoso, como una red de pesca abandonada en una playa en invierno, y llevamos un tiempo pensando cómo meterle mano a la que hay liada, y la verdad, no sabemos por dónde empezar a desatar los miles de nudos de vergüenzas y escoria humanas que ha tejido la araña de este sistema injusto.

Es por eso que parece que el mundo lleva un tiempo demasiado callado, si de revoluciones gordas hablamos, claro. Hay que actuar pronto, hay que empezar despegando ya en la destrucción de un entorno que oprime cada día más, hartos de que nos sigan tomando por imbéciles y nos sigan intentando hacer creer que pueden controlarlo todo cada vez más. Y el humor? Y el amor? Cómo se acaba con eso?

Diablos mortales para que no se nos olvide que nos tenemos que mover… Son tocapelotas, pero esto ha pasado ya de castaño oscuro…

1 comentario:

nueva gomorra dijo...

Pues sí, hay todo un movimiento latente, descontento y ganas de hacerlo de otra manera, de intentarlo al menos. Siempre me ha parecido que las revoluciones a pequeña escala son capaces de mover los cimientos de las más grandes civilizaciones. En esas estamos, intentando organizarnos en microgalaxias ¿no? Primero lo que nos rodea, nuestra manera de movernos, nuestra acción en nuestro medio, nuestra pequeña resistencia que es enorme, enormísima... luego ya veremos.

Un abrazo, Rubs

P.D. Por cierto, ¿dónde tomaste la foto del grafitti? Me gusta

P