me doy forma...
equilibro las aristas punzantes
del pasado para que enlacen
tangentes con el camino
que ahora tengo que caminar...
me miro y me veo dentro del sueño...
tan rápido pasan los vientos entre las piernas,
tan veloces las nubes por encima de mis ojos,
que no me da tiempo a agarrar nada con las manos...
vuela todo a mi alrededor, se me escapa...
se escapó el tiempo...
y me quedé con la sensación
(parafraseando a un buen escritor)
de que me habían robado...
me han robado mis huellas...
se ahogó el océano atlántico en él mismo...
se hundió entre sus olas y no supo reflotar...
américa se alejó,
se lanzó al infinito universo a volar,
dejó de tenerme entre sus manos...
los volcanes que he pisado se han apagado
y ya no sueltan cenizas,
ahora eruptan vapores de madejas desangradas...
la selva se ha secado
de ella brotan corazones de piedra,
que la convertirán en un desierto dentro de mi boca...
fisgoneo entre mi pelo
por las mañanas
a ver si aún queda
algún resto
algún pedazo
algún rastro de olor...
entrelazo mis piernas nocturnas,
que ya no se atreven a buscar nada en las madrugadas...
acaricio mis manos,
una contra otra,
pienso:
ya no es posible despertar
hypnos muere lentamente...
ya no hay despertar,
ya no necesito el amanecer para abrir los ojos...
ahora duermo con los ojos abiertos...
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