07 julio 2008

... juanjo ...

Ay Juanjo, que cosas más bonitas y ocurrentes escribes... me compré uno de tus libros el viernes, para que me acompañara en el trayecto en tren sevilla-jaén, y fue perfecto... perfecta la historia y perfecta la duración, la historia eran laura y julio y su historia... me recordó un poco a auster, por esos temas del azar y de como tomando una decisión u otra en tu vida giras hacia un lado o hacia otro... por cierto, que hoy hace fresquito... las playas que nos rodean han sido bastante generosas y nos han quitado de en medio el calor sahariano pa darnos un respiro...
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bob dylan el sábado susurró cosas al óído que me llenaron de dudas, como siempre... hermana duda siempre acompañando eh???
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besoles.
[foto: una mujer en glasgow separando lentejas de piedras...]

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La cosa - Juan José Millás (articuentos)

De pequeño tuve una caja de zapatos que llegó a ser mi juguete preferido, entre otras cosas porque no tenía otro. Pero envejeció más deprisa que los zapatos que había llevado dentro, de manera que a mi caja se le cayó un día la primera a y se quedó en una cja, que así, a primera vista, parece un juguete yugoslavo. Busqué entre las herramientas de mi padre una a de repuesto, pero no había ninguna y tuve que sustituirla por una o. De este modo, sin transición, tuve que olvidar la caja para hacerme cargo de una coja, lo que es tan duro como pasar directamente de la niñez a los asuntos. Jugué mucho con aquella coja, todavía la recuerdo, pero se fue haciendo mayor también y un día se le cayó la jota. Hay quien piensa que las vocales se estropean antes que las consonantes, pero yo creo que vienen a durar más o menos lo mismo. El caso es que tampoco encontré entre los tornillos de mi padre una jota en buen uso, así que la sustituí por una pe que estaba prácticamente sin estrenar. La coloqué en el lugar de la jota y me salió una copa estupenda, con la que he bebido de todo hasta ayer mismo, que se me cayó al suelo y se rompió. A decir verdad, se rompió justamente por la pe, y como es muy antigua no he encontrado en ninguna ferretería una igual. Ayer fui a casa de mis padres, y después de mucho rebuscar en el trastero di con una ese que no desentona con el conjunto. O sea, que ahora tengo una cosa, pero no sé qué hacer con ella. La caja, lo coja y la copa eran muy útiles para guardar secretos, jugar o emborracharse. Pero la cosa me da miedo; además, la escondí en el bolsillo interior de la chaqueta, de manera que desde ayer tengo una cosa aquí, en el pecho, que me llena de angustia. Lo peor de todo es que, como no sé qué es, tampoco sé cómo se rompe. Qué vida, ¿no?

1 comentario:

amme dijo...

ufff mi Juanjo, siempre hay algo de él en mi mesita de luz...
Laura Y Julio lo leí hace un par de años y se me quedó dentro (y no me suelta)
justo hoy (casualidad) leí en un diario que van a hacer la adaptación al cine...protagonizada por Jordi Mollá...
qué vida ¿no?

me encanta su manera de jugar con las letras, con las palabras, de ordenar y desordenarlo todo...el desorden de tu nombre...

Hace poco leí El Mundo, si te gusta Millás, te encantará...leelo..es de estos que te decía que tengo todo subrayado y dobladas las esquinas con anotaciones en los márgenes, dibujos, lágrimas...libro vivo

viva tu!

por cierto otro libro que me lei ayer de una zampada y que te recomiendo para un viaje de esos en tren es "Intimidad" de Hanif Kureishi,..me hizo "entender" a UN hombre,,

corto ya que no paro si empiezo a recomendarte lecturas

besitox