27 octubre 2008

... ducha y desnudos ...



... salgo de la ducha y me dispongo a secarme ... siempre es la misma operación ... me seco la espalda, subo mis piernas a la taza del váter, y las seco también ... seco mis brazos y me coloco la toalla en plan broadway en la cabeza ... [siempre saco mis orejas y pendientes de la toalla, porque adornan] ... si no tengo nada que hacer y tan solo me he dado una ducha para limpiarme me acerco al sofá envuelta en la toalla y ahí me tumbo ... adoro ir deshaciéndome de ese trapo poco a poco, que se vaya cayendo, que se vaya secando conforme se secan las pocas partes de mi cuerpo que aún siguen húmedas, y si es de noche, me tubo en la cama hasta que morfeo se acerca a buscarme ... si me ducho con prisa, porque tengo que salir, me seco rápido y me visto pronto, aunque no me gusta vestirme en el baño ... desde hace años me gusta pasear recién duchada por casa ... además, el calor sofocante de la ducha no hace agradable el ir cubriendo el cuerpo con ninguna prenda ... pudores al margen, si pudiéramos vivir desnudos para mi sería una liberación ... sin horarios, sin ropa, sin nada más que una misma por abrigo ...


y pára qué tanta reflexión a propósito de nuestras costumbres, porqué tanto pensar en la cotidianeidad ... repensar tanto te convierte en relativista, y como ya he comentado muchas veces, llega un punto que el relativismo te empieza a afectar de manera exacerbada; relativizar cuando una está bien es fácil, aunque peligroso porque eres capaz de no darle valor a nada, porque total, que más dá ... y cuando una no está bien se encuentra con que el relativismo que encuentra dentro suya en otros momentos no está ... no aparece ... mirarse adentro y a veces no encontrar sentimientos o reacciones que sabes que tienes en otras ocasiones es algo que me inquieta ... hay días que tienes fortalezas y seguridades propias, que otros días están secuestradas, y no precisamente por las FARC, a las que podrías sobornar o incluso llegar a sentir por ellas aún tipo de síndrome de estocolmo; simplemente las buscas y no están ... y ahí estoy, intentando guardar esos sentimientos o reflexiones o pensamientos ahora que los tengo positivizados, para cuándo me hagan falta en mis momentos de extrema crisis personal, pero ni sé cómo se guardan, ni dónde, ni cuándo ...

feliz lunes pseudo-otoñal, con calor y vientos que recuerdan que el verano estuvo cerca pero se va alejando ...

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